martes, 25 de abril de 2017

INMACULADA VIRGEN DE NITAPE DE OLMOS

SE DICE:

Un día 31 de mayo de 1973, cuando la niña Teodora Gonzales Torres tras salir de su Escuela Primaria de Menores N°10172, con dirección a su casa ubicada en el fundo Santa Clara (Nitape), caminaba junto a sus hermanas Alicia y María Magdalena, a poca distancia de la capilla de la Cruz de San Francisco, comenzó a ver amarillo como un rayo de luz, escucho a la vez una voz extraña que repetía su nombre ¡Teodora!, ¡Teodora!...Tras ello preguntó a su hermana Magdalena si ella veía lo mismo, quien al mismo tiempo le respondió que estaba oscureciendo. Teodora continuó caminando, y estando frente a un algarrobo ella levantó la mirada hacia la copa del árbol, ahí estaba, vio a una señora bonita vestida de blanco y celeste, además llevaba consigo un rosario y un librito en sus manos, era la Virgen María. Los comentarios se propagaron rápidamente por Chiclayo, Piura, Lima, siendo difundido por los diarios de la época. 
Se manifiesta que a al distrito llegaron diferentes medios de comunicación para poder conversar con la niña respecto a los sucesos.
la niña le pregunto a la Virgen - ¿Quien es usted? a lo  que la Virgen respondió: - “YO SOY LA CONSAGRADA INMACULADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE CRISTO, VIVO NAVEGANDO y pídeles a mis hijos que en este lugar celebren una misa en mi honor y construyan un CONVENTO, YO te daré una prueba el día 18 de julio y todos verán señales de mi nueva aparición…”.  Pasaron los días y la gente comenzó a llegar el día 17 de julio al lugar, esa misma noche, la Virgen dio una manifestación formando en el cielo una hermosa palma luminosa cubriendo la extensión del árbol y prolongándose hasta el cerro Pumpurre por espacio de cinco minutos, dejando el ambiente con un perfume a rosas.
Eran las 12 del día, del día 18 de Mayo, a pocos metros del lugar comenzó a caer gotas de lluvia, sintiéndose un aire fresco. Ya en el lugar, la niña subió en una pequeña mesa y estando con la mirada al cielo, un ruido misterioso se escuchó, fue entonces las palabras de Teodora: ¡Alli viene, allí viene!, la gente miró al cielo y como si fuera una cortina las nubes se abrieron dando paso al sol, pero este se ocultó, y en seguida una segunda oportunidad se abrió nuevamente y el sol comenzó a girar como un disco a gran velocidad expidiendo chispas y observándose en el árbol sus rayos expedían varios colores predominando el amarillo. La gente de rodillas, lloraban, exclamaban diciendo: ¡Milagro!, ¡Milagro! Fue así que la gente despejó sus dudas. 

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